El entorno del Canal de Castilla (I)

Medina de Rioseco; en Canal

Dársena del Canal, con los almacenes y la gran fábrica harinera San Antonio 

Una de la localidades con más atractivo para acercarse a conocer el Canal de Castilla es Medina de Rioseco. Cuenta con un interesante casco histórico (declarado conjunto histórico-artístico), varios edificios religiosos de primer orden, y como no, uno de los puntos de mayor interés del Canal.

En estas fechas –desde el 3 de Mayo al 6 de Noviembre de 2011- con el añadido de ser una de las sedes de la 16ª edición de las Edades del Hombre (la otra sede: Medina del Campo).

La exposición Passio muestra 55 obras, algunas excepcionales, y otras que habitualmente no están expuestas al público en conventos y otros edificios religiosos.

Medina es el punto final del Ramal de Campos, vertiendo las  aguas del Canal al rio Sequillo. Zona donde la denominación de pueblos y ríos –o aspirantes-  señalan la importancia de esta vía acuática;  abundan los nombres de rioseco, la seca, sequillo… que ya previenen al visitante de las carencias de esta tierra.

Vista de la dársena, hacia Medina de Rioseco

La dársena, y su entorno, es un buen punto de partida para conocer el funcionamiento del Canal en sus mejores tiempos. Esta gran construcción permitía la maniobrabilidad, carga y descarga de las barcazas. En una de sus orillas se conserva la vivienda –casita de dos plantas- de los empleados y una larga fila de almacenes de una sola planta.

Vivienda y almacenes. Medina de Rioseco

Algunos han sido rehabilitados para uso de la nueva oferta turísticas del Canal, otros siguen sufriendo el paso del tiempo, con sus tejados abiertos.

Almacenes semiderruidos

Por las dos orillas del Canal el camino de sirga está en muy buenas condiciones, siendo practicable a pie o en bicicleta durante unos cuantos kilómetros. Es frecuente encontrar paseantes o ciclo turistas en su recorrido, muy agradable pues transcurre entre una arboleda de doble fila. A medida que nos aproximamos a Medina vemos como las orillas del Canal han sido rehabilitadas.

Por el camino de sirga

Partiendo de la dársena de Medina se puede realizar un bonito recorrido a pie hasta el puente de Villalón, a unos 2,5 Km. de distancia. Desde él se tiene una buena vista del Ramal de Campos hacia el norte y el sur. En el trayecto se pasa por el astillero –lado izquierdo- que había antes de llegar a la dársena, y a unos 700 m. del puente de Villalón por el acueducto-alcantarilla de la Fuente del Berro.

Hacia el puente de Villalón, navegando en el Antonio de Ulloa

En el Canal de Campos no abundan las esclusas, sólo hay 7 en un recorrido de 78,5 Km. El desnivel de este Ramal es de poco más de 21 m. y la esclusa más cercana a Medina está a 7 km. próxima a la carretera que conduce a Villarramiel. Un poco lejos para caminar –si hay que regresar por el mismo trayecto- pero cerca si nos movemos en bicicleta o coche.

Una de las mejores maneras de conocer el entorno, y disfrutar del descanso y tranquilidad del Canal, es realizar uno de los trayectos navegando en  la embarcación Antonio de Ulloa.

Tiene su base en la dársena de Medina, realiza 3 tipos de trayecto con distinta duración. Una hora de paseo – unos 3 km. hasta  un poco más allá del  puente de Villalón- el más corto, y otros dos con duración de 2,5 y 3,5 horas en los que se superan una y dos esclusas respectivamente. Precios de 5, 8 y 12€ según el recorrido del viaje.

El invento tiene éxito y demanda, así que es necesario contactar telefónicamente para saber el recorrido, horario y disponibilidad del día elegido. Toda la información en el enlace anterior.

El viaje merece la pena y la amabilidad de la tripulación también. Hacemos el trayecto acompañados de una excursión de niños y el capitán vio mi interés por realizar fotografías, así que me acomodó en el exterior, sentado en la proa con los pies colgando; el mejor lugar para disfrutar de la tranquilidad del entorno y sentir la ligera brisa de una mañana calurosa.

Antigua fábrica de harina “San Antonio” 

Antes de abandonar la dársena una visita imprescindible: la antigua fabrica de harina “San Antonio”. El imponente edificio fabricado en piedra de sillería, ladrillo y argamasa, preside el tramo final del ramal de Campos.

Su conservación exterior es buena y la interior, impresionante. Data de 1852 y estuvo en funcionamiento hasta el año 1991. Tras los años de cierre, su propietario –Antonio de Hoyos- la transfirió al Ayuntamiento de la localidad. Hoy, transformada en museo, testigo de la revolución industrial que significo el Canal muestra a los visitantes como se realizaba el proceso de molturación del trigo.

Nos acercamos a primera hora de la mañana y por el módico precio de 2.5€ iniciamos la visita guiada –un lujo, sin esperas y solo  nosotros dos y la guía que atiende el edificio-.

Nos explica con detalle el proceso de funcionamiento de esta asombrosa instalación industrial elaborada en madera y el funcionamiento de las antiguas máquinas, que instaladas en el año 1944, siguen el sistema suizo Daverio –marca que figura grabada en la mayoría-. La distribución de la fábrica y disposición de la maquinaria obedece a un proceso productivo predeterminado por el sistema que se instalaba.

Aquí recibimos cumplida explicación de las interminables vueltas –incluidas subidas y bajadas-  que daba el grano por la instalación para superar los distintos procesos. Desde la piquera el grano pasa por la desenterradora, separador, deschinadora, despuntadora, el triarvejón, cernedora, los  plansichter … complicado proceso, para acabar obteniendo cuatro productos terminados: harina, tercerilla, cuarta y salvado.

Nos vamos empapados del paisaje y conocimiento que aporta la dársena de Medina sobre el Canal, en un corto paseo, hacia el centro. Antes, una vez metidos en harina –nunca mejor dicho- pasaremos por el horno. 

Dejamos atrás la antigua fabrica, a nuestra derecha el parque y a la izquierda el instituto. De frente nos topamos con la Panadería Elías Marcos (C/ La Escoba, nº 10), excelentes dulces,  bizcocho relleno de frutas escarchadas o de frutos secos que deja huella; y, como no, excelente pan en esta tierra de trigo. Tiene otra tienda en la Plaza Mayor, pero esta es más recomendable, detrás del pequeño mostrador, el obrador.

Al inicio de la Rúa Mayor, otra visita obligada, la cafetería-pastelería Cubero, donde el café se acompaña con “abisinios”, pastel de crema y azúcar –similar a una mini-bomba o buñuelo-. El que prueba, repite. 

En las paredes distracción asegurada con muchas y buenas fotos antiguas de la localidad, los vecinos, las fuerzas vivas y muertas de la época; festejos, carteles de toros y documentos añejos, como la factura de compra de un coche de la marca  Citroën en los años 40.

Parada obligada siempre que paso por Medina, vaya con más o menos prisa. Si es la hora del tapeo, enfrente hay una excelente cervecería, de Medina a Dublín con sólo cruzar la calle.

En la imagen izquierda el mejor lugar para iniciar el paseo por la localidad; a nuestra espalda dejamos la transitada carretera León-Valladolid, para adentrarnos en las antiguas calles de Medina.

Recorremos la Rúa Mayor, eje principal del antiguo trazado urbano y de la vida comercial y artesanal. Antiguas casas y comercios, en los recios soportales que tanto abrigan de la lluvia como del sol.

Soportales de la Rúa Mayor; a la dcha. adornados para las Edades del Hombre.

30.000 habitantes llegó a tener –5.000 actualmente- esta Villa de vocación comercial. La Ciudad de los Almirantes, titulo que recibió Alonso Enríquez en 1405 -unos cuantos Enríquez más serían Almirantes de Castilla- vivió su mayor auge durante el siglo XVI, convertida en el centro de distribución mundial de la plata que llegaba de las Indias y con una de las ferias más importantes. De esta época provienen las cofradías y procesiones que hacen famosa su Semana Santa.

Esta época de esplendor ha dejado en la ciudad 4 grandes y sorprendentes iglesias:

Iglesia de Santa María de Mediavilla.- En su interior la famosa Capilla de los Benavente (visita con horario y previo pago). Álvaro de Benavente hizo fortuna como cambista ,y por los visto, preocupado por la salvación de su alma no escatimó en el adorno de esta capilla funeraria.

El retablo es de Juan de Juni, que también intervino en la ejecución de parte del retablo mayor de la iglesia, terminado bajo la dirección de Esteban Jordán. 

En el interior de la iglesia destacan las rejas de gran valor y el antiguo órgano, ahora desmontado por encontrarse en proceso de restauración.

Detalle de la torre

La construcción de la iglesia se inició a finales del siglo XV, la torre –barroca- es un añadido posterior, la original se derrumbó en 1700.

 

Iglesia de Santa Cruz.- Comenzada su construcción en el siglo XVI, diseñada por Gil de Hontañón, antiguamente fue la parroquia más ricamente adornada gracias a los donativos de los indianos. Afectada por el terremoto de Lisboa su fachada tuvo que ser apuntalada, realizándose una importante reconstrucción en el siglo XX.

Alberga el Museo de Semana Santa. En él se exponen grupos escultóricos de los imagineros castellanos más importantes: Juan de Juni o Gregorio Fernández, así como obras más recientes.

 

Iglesia de San Francisco.- Construida en tiempos del Almirante de Castilla Fadrique II Enríquez, formando parte del monasterio franciscano. Del primitivo recinto hoy se conserva la iglesia, el basamento del claustro, algunas capillas laterales y otras dependencias, algunas integradas en la residencia de ancianos. La iglesia y restos del monasterio conforman el museo de Arte Sacro, estando sólo accesibles a determinadas horas y recorriéndose en una visita guiada.

 

Iglesia de Santiago Apóstol.- Dejamos para el final esta monumental iglesia, se comenzó a construir en 1533 bajo la dirección de Rodrigo Gil de Hontañon, y en ella se mezclan varios estilos, del gótico al barroco, pasando por el plateresco y herreriano.

En su interior llama la atención las cubiertas, vistosamente decoradas y el gigantesco retablo mayor  elaborado según diseño de Churriguera.

Hasta noviembre es una de la sedes de las Edades del Hombre 2011, aunque la exposición oculta algunos elementos del edificio ofrece, a cambio, la oportunidad de contemplar excelentes obras religiosas –antiguas y modernas- con un tema común: la Pasión de Cristo, desde la última cena a la Resurrección.

Entre las obras expuestas admiramos los Cristos crucificados de Juan de Juni, Gregorio Fernández y Salvador Carmona, expuestos a escasos dos metros uno de otro. Ocasión única para observar y comparar la técnica y composición de 3 obra irrepetibles.

En la sacristía, iluminado por luz tenue, la sola figura del Cristo yacente de Gregorio Fernández llena el pequeño recinto. Impresiona al visitante la representación tan real de la muerte.

 Passio.- Las Edades del Hombre en las dos Medinas, hasta el 6 de noviembre de 2011. Generalmente cierra los lunes. Precio de la entrada 3€, gratis los viernes. Se recorre, tranquilamente, en 1 hora. En el interior no se permite fotografiar.

Todo esto nos ofrece Medina, y alguna cosa más, como la leyenda del cocodrilo del rio Sequillo, que descubrirás tú mismo paseando por la Rúa Mayor. Un buen momento para volver o descubrirla.

 

Para finalizar la tranquilidad del Canal, navegando en el “Antonio de Ulloa”, hacia la dársena de Medina.

 

MAS SOBRE EL CANAL DE CASTILLA

El Canal de Castilla – Un sueño ilustrado

El Canal de Campos (I). Medina de Rioseco a Capillas

El Canal de Campos (II). Castromocho a Sahagún el Real