No hay fotos malas, sólo fotógrafos inexpertos

Luz y composición

Unos años “jugando” con una cámara réflex digital –Canon 450D- han servido para profundizar un poco en los conocimientos de la técnica fotográfica. En la era digital es más fácil aprender y practicar, muy lejos de aquellos tiempos de cámaras analógicas con película de emulsión con las que adquirir un mínimo de técnica fotográfica  te podía costar un riñón.

Hoy, un teléfono, una cámara compacta, o una réflex semiprofesional tienen capacidad para tomar excelentes imágenes. Cualquier artilugio con unos pocos megas de resolución (muy pocos) da un resultado excelente si cae en las manos adecuadas.

Recopilo unas sencillas  recomendaciones –por llamarle de alguna manera- que  pueden servir para cualquier persona que se inicie en el tema de la fotografía, siempre desde un punto de vista de aficionado, huyendo de la exclusividad,  complicación y sutilezas  que  aporta el mundo profesional.

Jardines de Buçaco (Portugal)

Al fin y al cabo la fotografía es un una cosa muy sencilla; solo tiene dos parámetros importantes: la COMPOSICION y la LUZ, nunca hay que olvidar estos conceptos, vitales para el resultado final.

Poco importa que sepas manejar muy bien tu equipo si no aplicas debidamente estos conceptos, que deben ir acompañados del conocimiento de las técnicas fotográficas básicas. Es necesario comprender como funciona la velocidad de obturación, la apertura del diafragma, la relación que existe entre ambos o como afecta a la profundidad de campo. Se aprende en un breve espacio de tiempo y verás como cuando apuntas y disparas el resultado es diferente.

Como en todas las artes y ciencias siempre queda espacio para la habilidad innata, hay quien tiene facilidad para lograr una correcta composición de la imagen,  conseguir un punto de vista especial, o para disparar en la décima de segundo adecuada.

Cerezos en flor en el Jerte

Y quien no la tiene… Recuerdo cuantas veces me he detenido en el escaparate de un estudio fotográfico de una calle leonesa -lleno de retratos de bodas, fotos de niños y adultos- donde analizaba las instantáneas matadoras que allí se exponían. Imágenes horribles, por la falta de naturalidad de los retratados y composiciones horteras a más no poder denotaban la carencia de un mínimo gusto. El día de tu boda no tienes porque volverte gilipollas. O los retratos de los niños, faltos de esa alegría natural –que tan fácilmente muestran- con expresiones y actitudes cursis. Todo en tamaño 60 x 40. Imagines que en nada favorecían o reflejaban la personalidad de los retratados. Viéndolas me reafirmaba en la opinión de la necesidad de una especie de “licencia de armas” para manejar una cámara como profesional. No se exponían disparos, eran ejecuciones.

Hoy, las pautas del mercado nos vuelven a poner en las manos de la mayoría de los aficionados –o no- máquinas de manejo similar a las réflex de los años 80.

Las actuales réflex (SLR – Single Lens réflex, cámaras réflex con objetivo único) - tienen más capacidad técnica y también –todo hay que decirlo- no son máquinas de “apunta y dispara”, para eso están las compactas. A este tipo de máquinas (SLR) se dirige este post, aunque los principios de la fotografía son aplicables a cualquier aparato que registre imágenes.

 

EL EQUIPO

Elígelo teniendo en cuenta el uso y  las pretensiones que tengas. El artilugio que compras hace fotos -no milagros- y el resultado final depende, en porcentaje abrumador, del fotógrafo. Un concepto equivocado: “Que buenas fotos hace esa cámara”. Es igual a: “Que buena comida hace esa cocina”, no entiendo de cocina, pero creo que el tema va más por la mano del cocinero.

Cámaras. Museo de la Tecnología(Berlín)

Si eres amante de la secuencia “apunta-->dispara-->que bonito queda” no sigas leyendo y compra una cámara compacta. Están diseñadas para eso. En su mayoría funcionan con parámetros automatizados, algunas admiten ajustes manuales limitados, y generan directamente imágenes en formato JPEG con un procesamiento preestablecido por software donde se realzan la nitidez y los colores.

Si quieres ir un poco más allá busca una réflex (SLR) que se adapte a tu gusto. Las hay de todos los precios, como todo, entre más caras suelen ser mejores. Aunque adquieras la más sencilla cuando sepas manejarla los resultados estarán a años luz de los obtenidos con una compacta. La diferencia entre  las fotos que se hacen con unas y otras es apreciable.

En foros y web encontraras información para elegir; no hay marcas mejores o peores. Es un mundo como la F1; si eres de Ferrari no te gusta McLaren… y los de Red Bull menuda potra han tenido. Los mismo entre Canon, Nikon, Olimpus y, si vas sobrado, Leica (el Ferrari de la fotografía).

 

LEE EL MANUAL DE LA CAMARA

Nada más comprarla comenzaras a tirar fotos, todos lo hacemos; pero, si observas detenidamente, en la caja habrá un manual o Cd que contenga algo similar.

No hace falta aprenderlo de memoria, pero es imprescindible leerlo y empaparse con los conocimientos que aporta para el manejo básico del equipo. Con el tiempo profundizarás más en él.

Este punto nos remonta al inició de la informática y la popularización de internet, cuando los usuarios inundaban los foros y news con preguntas que venían contestadas en la primera o segunda página del manual del software o del equipo  que pretendían manejar. La respuesta, siempre era la misma: RTFM (Read The Fucking Manual- lee el jod… manual)…,luego, ya puedes preguntar lo que quieras.

 

MODO DE DISPARO. EXPERIMENTA Y OLVIDATE DEL “AUTO”

Las cámaras SLR tienen un selector de modo de funcionamiento, una de las posiciones indicará AUTO o algo similar. En ella la cámara trabajará en un modo automático, eligiendo Iso, velocidad de exposición, de obturación, etc. Vamos; como si fuera una compacta. Tal vez la hayas usado para tirar las primeras fotos. Olvídate de ella, no la uses. ¿Te comprarías un Ferrari para hacer rutas por el monte? Seguro que no.

Prueba a disparar utilizando los diferentes modos de ajuste, pronto veras las diferencias y las posibilidades que hay para cada toma. Dispara hasta que el objetivo eche humo, como si fueras Clint Eastwood, por suerte es gratis, no como antes. Ya borraras lo que no quieras,  con el tiempo y la práctica aprenderás a “apuntar mejor y disparar menos”.

 

FORMATO DE LA IMAGEN. DISPARA EN RAW

Cada marca tiene un modo propietario para obtener imágenes en bruto (RAW). Por ejemplo, Canon crea archivos .CR2. Verás que puedes obtener directamente imágenes en formato .JPEG ¡¡que bien!!, visibles en el ordenador o listas para pasarlas a otros usuarios. Pues NO. Olvídate de este formato. Las imágenes .JPEG son obtenidas procesando la imagen original y es un formato de imagen con COMPRESION. Como regla general compresión = perdida de calidad. Si posteriormente intentas procesarla su calidad se deteriorará de forma visible y significativa. Obtendrás imágenes JPEG –o en otros formatos populares-  cuando proceses el RAW.

RAW es un formato que capta y almacena TODA la información de la imagen tal y como ha sido obtenida por el sensor de la cámara digital. Puede llevar aplicada compresión, pero sin perdida de información.

 

Fromista (Palencia). Imagen RAW antes y después de ser procesada

Una percepción habitual del usuario si compara dos imágenes sin procesar, una en RAW y otra en JPEG, es que el JPEG puede tener mejor contraste, nitidez, enfoque y saturación de colores. Vamos;  es la foto que te gusta.  La cámara habrá aplicado algún tipo de procesamiento a la imagen y la hace más agradable a nuestra vista.

La imagen RAW puede parecer más pobre, con colores más neutros, menos enfoque y la iluminación dependerá de la exposición realizada. No te engañes, esta imagen contiene mucha más información y será posible tocar luces y colores, obteniendo resultados impensables con el JPEG.

Como contrapartida los archivos obtenidos son mucho mayores. Un RAW supera fácilmente los 15 o 20 megas y la misma imagen en JPEG tendrá un tamaño menor de la mitad, no es problema, las tarjetas de memorias de varios gigas –8, 16 Gb- ya no tienen precios prohibitivos.

Una buena noticia: cuando aprendas a procesar las imágenes RAW le sacaras el jugo a algunas fotos que no te decían nada o habrías borrado directamente.

 

PROCESA LAS IMAGENES (REVELADO)

Así llegamos a otro punto que nos conecta con el pasado. Hay que REVELAR las imágenes que obtenemos.

Es imprescindible procesar el RAW con algún tipo de software, viene con la cámara; u otro  programa  específico, tipo Lightroom o Photoshop.  La ventaja de utilizar estos últimos: si cambias de marca de cámara seguirás trabajando de la misma forma, y habrás elegido aprender a manejar una aplicación de referencia en el mercado y en constante actualización. Con ellas hay tema para aprender mucho durante mucho tiempo.

Olvídate de disparar y obtener una imagen de calidad lista para su distribución, es posible pero no lo más usual y no es ningún inconveniente. Antes revelarlas era un proceso de días y el resultado dependía de la mano del profesional, ahora depende de la tuya, y el proceso se hace en unos segundos. En este enlace, un ejemplo: Revelado digital con Lightroom.

Imagen original, en RAW. Tomada al atardecer en el Gran Canal.

La falta de movilidad –en Venecia no es fácil elegir el ángulo- hace que esté tomada enfocando hacia el lado donde se pone el sol.

El cielo y parte de la imagen está sobreexpuesto y hay perdida de nitidez. No tiene interés.

Abajo la misma imagen, revelada con Lightroom, ajustando el balance de blancos y la luz de relleno.

El resultado puede variar como de la noche al día. Imágenes –en RAW- que descartaríamos si no pudieran ser “reveladas” tal vez escondan un resultado que nos agrade. Y recuerda…. hablamos de procesamiento, no de fotomontaje (imágenes trucadas, elementos eliminados, cielos sustituidos, algunos de los trabajos que han hecho famoso al Photoshop).

 

AHORA, NOS VAMOS A HACER FOTOS

Elegida la herramienta vamos a lo más interesante. Queremos hacer fotos, si son bonitas mejor. Adelanto que es mucho más fácil si se tienen en cuenta los principios básicos, forman parte del catecismo de la fotografía. Algunos son leyes, ir contra ellos o ignorarlos es darse cabezazos contra un muro de hormigón.

Como aficionado me olvido de las imágenes profesionales. Eso es otra galaxia. Nunca he visto hacer una foto profesional, da igual que sea para publicidad, un libro, revista, o el anuncio más cutre, sin que utilicen unos medios que están fuera de las posibilidades de cualquier aficionado. Sin hablar del instrumental, la técnica para iluminación, ayudantes sosteniendo pantallas reflectoras o complicados sistemas de nivelación nada tienen que ver con el mundo del fotógrafo aficionado.

Ya hemos dicho que la fotografía es algo tan sencillo –o tan complicado- como el manejo de la COMPOSICION y la LUZ.

 

¿QUE PASA CON LA LUZ?

Eso es lo que nos gustaría saber a todos cuando empezamos y vemos como imágenes que nos prometíamos fantásticas no lucen como esperábamos.

El tratamiento de la luz es uno de los temas más difíciles de manejar en fotografía. Los consejos básicos  nos darán una idea del resultado que vamos a obtener, según los apliquemos o no.

La mejor luz para fotografiar en exteriores la encontraremos a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Es la luz suave. Tenlo en cuenta si –por ejemplo- en un viaje quieres obtener buenas fotos de un lugar determinado, programa su visita  para primera hora o al atardecer. Al mediodía olvídate. Si hay sol, tendremos la llamada luz dura, con contrastes brutales. 

Torre 42 en la City, la calle  con el fuerte contraste del mediodía

En interiores aprovecha la luz natural, sube las persianas y descorre las cortinas. Trata de evitar el flash, su iluminación proporciona imágenes duras.

El alcance de un flash, como los que vienen incorporados a las cámaras, suele estar entre los 2 m y, como mucho, los 7 m. Puede ser útil para eliminar sombras en un ambiente de poca luz, pero es totalmente INUTIL para fotografiar el interior de un edificio, iglesia, o campo de futbol. ¿Que hace la gente en los grandes estadios disparando desde la grada con flash? ¿Esas cámaras no traen manual, o sólo viene en chino y japonés?

Hablando del flash, una recomendación cívica, no fotográfica. El mundo se está llenando de borregos pastoreados por un guía. Se caracterizan por disparar fotos con flash en el interior de iglesias, mezquitas, museos y otros monumentos. Atizando molestos destellos a obras de arte irrepetibles o en lugares donde la distancia al motivo principal hace que no sirva para nada. Es igual que haya unos carteles tremendos –en 7 idiomas- y con simbología universal prohibiendo su uso. En estos lugares el aviso debería ser sustituido por un bigardo armado con martillo de herrero;  foto con flash=martillazo en la cámara.

Eclipse parcial de la luna el 15/06/2011

Las cámaras actuales, compactas o réflex, son capaces de obtener imágenes aceptables en ambientes muy oscuros. De noche o en interiores, busca un lugar donde apoyarte y mantener fija la cámara, obtén la imagen sin flash, la profundidad y elegancia de la luz ambiente te regalará una foto mejor. Si hay personas en movimiento saldrán difuminadas, muy buena ayuda para realzar y mantener la atención sobre el motivo principal.

 

ESE CIELO TAN AZUL

¿Te gustan esos cielos con un azul rompedor? Hay dos formas de obtenerlos. Puedes utilizar un filtro polarizador –son caros pero van muy bien-  y algunos trucos a la hora de procesar la imagen que pueden mejorar el resultado. Pero hay un detalle que, si lo puedes aplicar, da resultados inmediatos. Lo verás  en el visor de la cámara nada más tirar la foto.

Presta atención donde está el sol antes de tomar la foto. Si puedes, déjalo a un lado o a tu espalda.

Así de fácil. Haz diversas tomas, y en el mismo instante verás la diferencia de intensidad en el cielo azul.

Imagen izq. La Giralda de Sevilla. Utilizando un filtro polarizador es posible regular la intensidad del cielo que obtenemos.

Abajo. Iglesia S. Julián (Salamanca). Imagen tomada a primera hora de la mañana; sin utilizar filtros aprovechamos la luz natural.   

Evita disparar enfrentado al sol: te dará un cielo blanco, o grisáceo, que en nada mejora los resultados, al contrario. Si no queda más remedio procura llenar el encuadre con el motivo de la foto, saca el menor cielo posible.

Convento de San Esteban (Salamanca). Buscando  la “hora azul”

La hora también influye,  en fotografía hay un termino conocido como la “hora azul”.  Más o menos –más bien menos- una media hora antes de que el sol se ponga y media hora después de que se haya puesto. En este periodo de tiempo el cielo va cambiando de color y antes de que oscurezca –en un día despejado- la cámara captará un azul intenso que sienta muy bien a determinados motivos, mucho mejor que el cielo completamente negro que saldrá unos minutos después.

En Londres también encontramos la “hora azul” en un atardecer despejado:

COMPOSICIÓN DE LA IMAGEN

La composición es la forma en que se ordenan los objetos o personas dentro del encuadre. Hay varios elementos a tener en cuenta: el centro de interés, el fondo, contraste, el equilibrio de la imagen…

No hay limitaciones ni reglas para determinar que una composición sea mejor que otra, el caso es que los humanos subjetivizamos lo que vemos y percibimos unas imágenes como más agradables que otras.

La foto tiene que tener un motivo –un centro de interés- que todos identifiquemos al verla… y no tiene porque estar en el centro.

Si no la conoces, es el momento de aprender la regla de los tercios. Es la forma más básica de composición empleada desde la antigüedad por pintores y arquitectos.

Salamanca desde el Puente Romano, resaltando el cielo

La composición suele mejorar si el horizonte no esta en medio de la imagen, sitúalo en el tercio superior o inferior según de interese.

Playa de Langre (Cantabria)

Si se trata de darle protagonismo, porque en el cielo hay nubes atractiva o amenazadoras de tormenta, sitúa el horizonte en el tercio inferior. Si carece de interés; no es la hora adecuada o está blanquecino, sitúa el horizonte en el tercio superior.

 

Fresas (Bruselas)

Procura rellenar el encuadre, hay que ocupar la mayor parte de la imagen con lo que queremos contar o captar. Un fallo muy común es tratar de sacar demasiadas cosas... pero, como revelamos nuestras imágenes tenemos una segunda  oportunidad para corregirlo. 

  Un pequeño recorte sirve para centrar la atención

Los programas para procesado de imágenes tiene una utilidad que permite crear copias virtuales. Aprende a manejarlas (Aquí, como hacerlo con Lightroom).  En nuestro disco seguimos teniendo un solo archivo, pero en la pantalla podemos tener varias “copias” de esa imagen y aplicar distintos procesados. Prueba a recortarlas, hasta encontrar una composición más agradable. Muchas fotos ganan recortando –poco o mucho, según corresponda-, pues el motivo cobra protagonismo.

Torre “inclinada”. Pisa

Cambia el punto de vista. Posiciones distintas a la natural –de pie- pueden dar lugar a imágenes interesantes. Prueba a disparar agachado, desde un punto elevado, o girando la cámara.

Líneas. Viñedos en el Duero portugués y el Great Court del British Museum

Las líneas. Rectas y curvas sirven para dirigir la mirada del espectador y aportan significado a las imágenes. Elementos naturales, cubiertas de edificios o vías de trenes y tranvías son muy útiles para una bonita composición fotográfica.

Así que, cuando has decidido la composición de la imagen, un momento antes de disparar, observa el encuadre. No te dejes llevar sólo por el motivo y comprueba si hay algo que falta o sobra a su alrededor.

Si fotografías personas –grupos o un retrato-, mantén al motivo ocupado. Quedamos mucho mejor si nos captan de forma natural.  La mayoría no sabemos posar y se nota.

Turistas japoneses. Volendam (Holanda)

Unas sencillas reglas para imágenes con gente:

Evita la luz directa. Ponemos caras raras o cerramos los ojos. Sale de todo menos una postura natural.

Enfoca a los ojos. Si es un primer plano y trabajas con una profundidad de campo reducida los ojos deben estar bien enfocados, son un imán.

Dispara en ráfaga. Ametrállalo. La expresión del rostro cambia en una fracción de segundo –sobre todos los niños-, o peor aún, parpadean. Si en lugar de una imagen, tienes 10 de la misma escena verás como unas te gustan más que otras.

Stefan Everts, leyenda del motocross (10 veces campeón del mundo) en La Bañeza

Para los primeros planos utiliza un teleobjetivo. La falta de profundidad de campo –es muy fácil hacer que el fondo salga desenfocado- resalta al protagonista.

El teleobjetivo hace que podamos tomar imágenes sin estar encima de las personas, la distancia facilita captarlas con una expresión más natural.

Destacando el motivo con la falta de profundidad de campo del teleobjetivo

 

Por último, una recomendación que no viene en ningún manual de fotografía:

Disfruta del viaje o del momento que vives. Ese, si que es único. Todos hemos visto a turistas recorrer lugares magníficos sin parar de tirar fotos o grabar video de forma continua, horas y horas de un peñazo inaguantable. La experiencia y vivencias de conocer nuevos lugares tráetela en la retina, no en el visor de una cámara. Las fotos,  para refrescar la memoria de lo vivido.

 

En  resumen:

* Adquiere la cámara que se adapte al uso y expectativas (compacta o SLR)

* Lee el manual

* No la uses en modo AUTO, aprende su manejo básico y explora sus posibilidades

* Dispara en RAW 

* Procesa tus imágenes (revélalas)

* La mejor luz: primera hora de la mañana y última de la tarde

* Olvídate del flash (si puedes, y sobre todo, si viene incorporado a la cámara)

* Observa la posición del sol

* Identifica el centro de interés

* Rellena el encuadre

* Si es necesario recorta la imagen, verás la diferencia

* Mantén a las personas ocupadas –evita que posen-, y dispara en ráfaga

* Dispara,dispara, dispara. Haz fotos; solo gastaras batería