martes, 31 de enero de 2012

Adiós a la Gas Gas. Hello Triumph

Cambio de tercio

Imagen296 Gas Gas 200

Hace unos meses comenzó a rondar la idea de cambiar la Gas Gas 200 por una moto más “utilizable”. Ya hace años que las motos de enduro –y de campo en general-, altamente especializadas, no son   adecuadas para un uso cotidiano.

La Gas Gas cumplió su función. Antes de que fuera demasiado tarde uno quería sentir el “subidón” de adrenalina que proporciona una moto de 2 tiempos moderna. Apenas la utilicé esta última temporada, cada vez con más pereza para salir en los días fríos del invierno.

El motor de 2 T es una tecnología a extinguir. En el Mundial, el cambio de 125 cc. a Moto 3 significa la desaparición del dos tiempos en la parrilla. En las competiciones “off road” el cambio ya se inició hace años y estos motores, muy pronto,  solo los veremos en los museos.

Motores de tecnología y mantenimiento muy sencillo, los mejores ingenieros fueron capaces de extraer un potencial en el que muy pocos confiaban y,durante sus años dorados, dominaron todas las especialidades del motociclismo. En los años 50 los ingleses decían que un 2T servía para sacar agua de un pozo…; el gran Paco Bultó –entre otros- demostró lo equivocadgg-1os que estaban.

La moto de 2 tiempos siempre será algo especial; los aficionados que han manejado una seguro que lo entienden. Ligeras, con una pequeña cilindrada –a partir de 125 cc- proporcionan una respuesta instantánea  y aceleración fulgurante (la famosa “patada” del dos tiempos). Subirse a una 2T y “retorcerle la oreja” te hace sentirte  el Barón de Münchhausen sobre su bala de cañón.

La Gas Gas deja el recuerdo imborrable de buenos paseos campestres. Con frio, nieve, barro, o sol recorrí unos cuantos kilómetros por caminos de monte, fáciles y sin complicaciones.

Algunos videos que grabé con ella recuerdan las ganas del primer invierno; daba igual el terreno helado o la nevada, el paseo del fin de semana estaba garantizado. Inolvidables los recorridos en primavera, en terreno húmedo –el mejor y más fácil- y el olor del monte en esa época… y también algunos zurriagazos que me di.

 Invierno 2010. Hielo y nieve con la Gas Gas

Una vez decidido a cambiar de moto la tarea se centró en cual sería la elegida. Por afición, me gusta casi cualquier cosa con dos ruedas. Buscaba una máquina para uso cotidiano, cómoda y que sirva para recorrer la ciudad o hacer una excursión en plan muy tranquilo. Las deportivas y touring me atraen, pero no planeo realizar grandes recorridos o viajes por carretera. Si algo me gustaba del campo es que chopos, pinos, piedras, zanjas y algún que otro animal son más “previsibles” que ciertos jumentos circulando por nuestras carreteras.

…así comencé a buscar una custom. Hasta ahora solo habían llamado mi atención lo aparatoso y llamativo de algunos modelos que difícilmente pasan desapercibidos… buscando comprobé que los hay mas discretos.

logo trEl cambio será de una moto de 200 cc, un peso de 100 kg. y motor de 2 T por una bicilíndrica de 4T, de unos 250 Kg y entre 600 y 900 cc.

Un “pepino” de campo por una moto de las que hace “poh, poh, poh”… con asiento bajo, y –según dicen- motores tranquilos con mucho par a bajas revoluciones.

Descarté las marcas japonesas, hay muchos modelos con un aire muy “americano”, grandes guardabarros, mucho cromado y una estética que no acaba de gustarme. En la gama de Harley, cada veSpeed2z más extensa, algunos modelos por tamaño y estética –los de 800 cc. más discretos- encajaban. Y rebuscando encuentro por catalogo una Triumph que me gusta más.

En su gama Cruiser (una variante de tantas entre las custom) la Speedmaster me entra por la vista.

Unos meses de búsqueda para encontrar una que me interese y por fin doy con el ejemplar que se ve en las fotos.

En el plano estético no hay que romperse mucho la cabeza, el ultimo modelo se fabrica en rojo metalizado o negro. Es casi como el mítico Ford T, del que Henry Ford decía que se podía encargar en cualquier color…. siempre que sea negro.

Triumph Speedmaster-1  Triumph Speedmaster

Triumph Speedmaster-2

Motor. El clásico bicilindrico de Triumph en su versión de 865 cc. Triumph Speedmaster-3

Las primeras impresiones son buenas. El cambio es radical, empezando por la postura, en una moto de enduro se va casi sentado en la rueda anterior, aquí es al revés. La moto parece larga, muy larga, pero si vuelves la vista apenas hay nada detrás.  Uno se empeña en buscar los estribos en su posición natural –donde no están- y no tres cuartas por delante, llevará un poco de tiempo acostumbrase a la nueva posición.

Se sube muy bien, asiento ancho y bajo muy cómodo, fácil plantar los dos pies en el suelo, aunque se extraña llevarlos tan adelantados. El centro de gravedad tan bajo da sensación de seguridad. Por supuesto se nota el peso, la Gas Gas era una pluma. Del motor mejor no hablar pues un 2T en nada se parece a un 4T; tanto en respuesta como en la enorme retención que ofrece una moto de 900 c.c.

Apenas una decena de Km para probarla y a esperar que pasen estos días de frio. En cuanto mejore el tiempo hay que seguir cogiéndole el aire. Ráfagas.

 

UN POCO DE HISTORIA

Triumph es una marca histórica –de cuando las motos eran inglesas o alemanas y Japón estaba por inventar-. Este año cumple 110 años  y a lo largo de su vida ha tenido periodos mejores y peores.

Produjo la primera moto en 1902 y a lo largo de su vida se fue fusionando con otras marcas inglesas históricas. La primera fusión, en 1936,  con Ariel, en 1951 fue adquirida por BSA y a finales de  los 60 se integró en el grupo Norton-Villiers-Triumph. image

En 1958 presentó su modelo más exitoso: la Bonneville que se fabricaría –con diversas mejoras- hasta 1983.  Maquina de leyenda, dejó huella en el cine donde la pilotaron James Dean, Marlon Brando o Steve McQueen – inolvidable “La gran evasión”-.

Triumph estuvo a punto de desaparecer en la década de los 80 y en 1990 el magnate inglés  John Bloor se hizo con ella. Modernizó y reflotó la producción de estas motos con aspecto clásico y tecnología moderna y consiguió que la marca fuera rentable.

En su catalogo hay modelos supersport, touring, trail y algunas cruiser de sobrio diseño… y no faltan las clásicas que le dieron fama. En los años 80 los aficionados volvíamos la vista ante una Bonni (Triumph Bonneville 750). Su bonito motor bicilindrico, calado a 270º –debidamente actualizado- se ha vuelto a montar en un modelo con este mismo nombre.

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