Palacio Episcopal de Astorga, León en 360º

Ahora si; panorámica 360º

Palacio Episcopal de Astorga in Northern Spain

14 imágenes, obtenidas con el Samyang 8 mm, y con autopano se monta esta panorámica; por fin 360º en todas las direcciones; dominando la técnica se hace con 8 fotos.

Las limitaciones para hacer panorámicas con el objetivo 18-55 mm que viene con la Canon me ha decidido a dar un paso más en el mundo de las panorámicas de 360º o estroboscópicas.

Si bien es posible hacerlas con cualquier tipo de objetivo, con independencia de su distancia focal, entre más corta sea esta menor será el número de imágenes que necesitaremos obtener para montarla. Utilizando el Canon a 18 mm necesitaba más de 50 imágenes para conseguir un 360º, olvidándome del cielo, pues con esa distancia focal si no hay nubes, tendremos imágenes con el cielo completamente azul y sin referencia para el cosido (se puede arreglar con el Photoshop, pero no es el caso).

La mejor opción para el tema es un objetivo ojo de pez (fish eye). Su distancia focal varia entre los 6 y los 17 mm….. y los precios de las primeras marcas son prohibitivos cuando los buscamos para pasar el rato o dar rienda suelta a nuestra afición. Rondan los 2.000 €.

Dando vueltas por los foros encuentro que hay dos opciones interesantes –con sus limitaciones- entre los objetivos ojo de pez de gama baja (no llegan a 300 €). Los dos son de  8 mm. Uno es famoso desde hace años: el bielorruso Peleng, se fabrica desde 1971, y el otro –más reciente- el coreano Samyang.

Los dos son objetivos de funcionamiento manual, carecen de sensores para comunicarse con el cuerpo de la cámara, así que requieren una pequeña práctica para su manejo.

Leí unas cuantas, pruebas, opiniones y comparativas, entre ellas esta. Me acabé decantando por el Samyang 3.5 / 8 mm.

Las pruebas hablan de una mejor calidad de imagen, aunque no fue lo definitivo; sino que es algo más moderno y –parece ser- se acopla mejor a la cámara.

Al Peleng, de construcción recia, le achacan algunos problemas de ajuste con los cuerpos de la cámara, percibiendo holguras entre la cámara y el objetivo.

En dos días me han suministrado el objetivo. En la caja viene el bicho –bien protegido-, bolsa para guardarlo -de dudosa calidad- y unas sencillas instrucciones en inglés. En ella nos informan para los modelos de cámaras que sirve, y la necesidad de usarlo en modo manual (M); pues como no tiene contactos la cámara no tiene ni idea de lo que le has enchufado, ni de como está el enfoque o cual es la apertura seleccionada.

La primera impresión es buena. Es pesado y parece robusto, los anillos de enfoque y selección de diafragma tienen buen tacto y la lente viene protegida por un pequeño parasol de pétalos. Esa es su función pues el abombamiento del cristal  hace  imposible utilizar un filtro.

Una vez montado en la cámara –con un buen acople- lo primero que sorprende es el ángulo de visión.

Por construcción está mas cerca de los 9 mm que de los 8. Según las pruebas leídas da exactamente 8,789 mm. de distancia focal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Samyang 8mm da un campo de visión de 180º –en diagonal- montado sobre una cámara con sensor APS-C. Sobre la Canón da 167 º, que siguen siendo muchos. Así que una de las precauciones que hay que tener a la hora de usarlo es llevar los zapatos limpios

Es apto para fotografiar en interior, paisajes y objetos al aire libre buscando un efecto visual distinto por la deformación que proporciona la lente.

El sábado resultó ser un buen día para las primeras pruebas. Aprovecho un viaje a Astorga para tirar con él las primeras imágenes y ver lo que sale.

El ojo de pez del Samyang 8 mm lo pilla todo, incluso nuestra sombra si no estamos atentos

Hace un buen día y no hay dificultad para graduar la velocidad de obturación y de disparo del objetivo. El enfoque no es problema, aunque haya que hacerlo en manual.

La profundidad de campo –zona enfocada en cada fotografía- depende de la distancia focal –en nuestro caso 8 mm-, de la apertura del diafragma (f), y de la velocidad de obturación.

Como regla general entre menos distancia focal, menor apertura del diafragma (f más alto) y mayor velocidad de obturación, más profundidad de campo.

El Palacio Episcopal con la distorsión típica del ojo de pez

Un punto crítico es la distancia focal; entre más pequeña, mayor profundidad de campo. Es fácilmente apreciable cuando utilizamos un teleobjetivo para hacer una retrato –por ejemplo- Con una distancia focal de 200 mm, y una baja apertura del diafragma se consigue que solo salga enfocado el protagonista de la imagen –dando por supuesto que enfocamos apuntando a él, claro-, el resto de la foto estará totalmente desenfocada. Este efecto centra la atención del espectador en el motivo enfocado.

Con un gran angular o con un ojo de pez sucede lo contrario. La distancia focal es tan corta que tendremos enfocado hasta el infinito en casi cualquier apertura.

Así, con el Samyang 8 mm: Utilizando una apertura de f3,5 y enfocando a 1 m. de distancia tendremos una profundidad de campo –estará todo enfocado- entre 50 cm y el infinito.

Si cerramos un poco más la apertura, f8, y seguimos con el enfoque a 1 m., la profundidad de campo llegará desde 30 cm hasta el infinito.

Con estos ejemplos, y lo leído en los foros, veo que muchos usuarios lo llevan preparado para disparar con una f de 5,6 u 8 –dicen que es la apertura dulce del Samyang- y el enfoque a un metro. Solo varían cuando quieren algún efecto especial, como fotografiar un objeto a muy corta distancia.

Imagen original del Ojo de Pez; abajo “estirada” con el software de PTLens

Se necesita un periodo de acoplamiento para que el fotógrafo pueda “meter los 8 mm en la cabeza”,  asimilar las características especiales de un ojo de pez, y acostumbrarnos a sus efectos.

Hay una gran deformación de las líneas verticales que discurren por los laterales del encuadre. Si las queremos rectas tenemos que mantenerlas lo más próximas al centro del objetivo, o utilizar software para “enderezar” la foto. Como en este ejemplo.

Para finalizar, su utilidad para crear panorámicas de 360º o estroboscópicas está fuera de toda duda. Con unas pocas fotos, 8 dicen los expertos, se puede “coser” una panorámica 360º. 

El Palacio Episcopal de Astorga (Gaudí) y la Catedral en la panorámica 360º subida a 360Cities.net

La primera prueba fue un desastre, pues el autopano generaba una panorámica de formas imposibles y llena de ghost (fantasmas). Hasta descubrir donde se hacia el ajuste del objetivo, pues estas fotos no tiene datos EXIF por la falta de comunicación entre el objetivo y el cuerpo de la cámara. Una vez ajustado este parámetro la sorpresa es total, Autopano monta la panorámica bastante bien. Hay que pulir unos pequeños fallos en el acoplamiento de alguna de las imágenes, pero el solito ha hecho todo. Hasta quitar mis pies en las tomas del suelo realizadas para completar el efecto. La imagen no es de gran calidad, se le aplicaron ajustes rápidos de revelado, a modo de prueba.

Con el Samyang 8 mm se abre la ventana a nuevas posibilidades de composición creativa y a realizar panorámicas 360º de forma sencilla, al alcance de cualquier aficionado. Queda aprender a exprimirlo. Será el nuevo compañero en el viaje a Marrakech que iniciamos esta semana. Por aquí caerán los resultados.