Cuenca

La ciudad de los rascacielos

Cuenca, vista del casco antiguo desde el puente San Pablo

No, no hay errata en el título. Ni hace falta que la imaginación vuele a Nueva York, Malasia, Singapur o Londres. Muchos años antes el barrio de San Martín (Cuenca) ya podía presumir de sus rascacielos. Sin darse importancia, al fin y al cabo llevan ahí desde el siglo XV.

Cuenca, sobre el cerro, vista desde el puente de San Pablo

Comenzamos 2015 con cierta pereza viajera, y no emprendemos ruta hacia ningún nuevo destino hasta las fechas de Semana Santa. Unos días en Madrid dan pie a un par de escapadas interesantes.

El Jueves Santo nos disponemos a descubrir Cuenca, ciudad Castellano-Manchega que parece no llamar mucho la atención, siempre unido su nombre a la imagen tópica de las casas colgadas… Equivocados estábamos, la jornada servirá para descubrir una ciudad cuidada y con un atractivo casco histórico;  en el cerro rocoso que se levanta entre las hoces de los ríos  Júcar yl Huécar. El viaje merecía mucho más tiempo del que pudimos dedicar.

Desde Madrid, una vez que abandonamos la atascada salida hacia Levante, el viaje transcurre por una autovía poco transitada. En la entrada de la ciudad, pero ya muy cerca del centro comercial, encontramos un gran aparcamiento donde olvidarnos del coche.

Puente sobre el Huécar, entrada a la Ciudad Antigua

Cuenca es una ciudad con dos zonas bien diferenciadas. La Ciudad nueva se extiende al otro lado del río Huécar, en ella se encuentra el centro administrativo y las calles más comerciales. La Ciudad antigua se eleva sobre un cerro desde el que hay vistas espectaculares.

Arriba el Paseo del Huécar, abajo la vista subiendo hacia el puente

Hacia ella nos dirigimos. Vamos por el paseo del Huécar y queremos entrar en el casco antiguo por “la puerta grande”: El puente de San Pablo.

Bordeando el paseo del Huécar el primer descubrimiento: los “rascacielos” de Cuenca. En el barrio de San Martín, mirando hacia la hoz del río se levantan estos antiguos edificios que alcanzan –por este lado- 10 o más alturas.

Curiosas construcciones. Luego veremos como la entrada a estas casas situadas en la calle Alfonso VIII (edificios desde el nº 1 al 77) tienen por esa calle entre 2 y 4 alturas. El portal está situado a la altura de un tercer o cuarto piso. Interiormente tienen dos escaleras. Las casas se construyeron adaptándose al terreno y crecieron descolgándose en la roca, hacia abajo.

Enfilamos una pequeña cuesta hacia el Puente de San Pablo. Las vistas ya se anuncian inmejorables.

Puente de San Pablo.- Su configuración actual, en hierro y madera, es de 1902. Es el acceso más bonito a la ciudad, desde él se domina la mayor parte del casco antiguo, la hoz del Huécar y la típica vista de las casas colgadas.

Casas Colgadas

El Parador de Cuenca, en un emplazamiento inmejorable

Vistas desde el puente de San Pablo

Lugar ideal para llevarse algunas de las mejores fotos que ofrece Cuenca. Puente con muchos metros de luz y 60 m. de flecha. Al cruzarlo sientes bajo los pies el suave bamboleo del piso de madera; el recorrido puede no ser muy apto para los sufridores de vértigo.

Cruzando el puente uno de los rincones más típicos, las casas colgadas símbolo de la ciudad.

Zona turística por excelencia, bonitas vistas sobre el entorno y agradable paseo bordeando el cerro.

Vistas de las casas colgadas

Hay constancia de sus existencia desde el siglo XV. Solo unas pocas se conservan, siendo las más conocidas el conjunto formado por las tres con balcones de madera.

Un corto paseo por calles empedradas y prometedoras plazas nos lleva a la Plaza Mayor de Cuenca.

Amplia plaza adoquinada bordeada por edificios de vivos colores.

En la Plaza tres de las construcciones más importantes de Cuenca.

La Catedral, de estilo gótico normando, el Convento de las Petras y el Ayuntamiento. Uno de los lugares más animados, con buena zona de terrazas para hacer un descanso y disfrutar del agradable entorno.

El Ayuntamiento levantado sobre los 3 arcos que separan la plaza de la calle Alfonso VIII, una de las principales de la ciudad.

Ayuntamiento, visto desde la Plaza y la trasera, desde la calle Alfonso VIII

Es Jueves Santo y todo está preparado para el paso de las procesiones, en Cuenca hay una interesante Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico.

Enfilamos la calle San Pedro, para subir un poco más y llegar hasta las ruinas del castillo. Desde las cuatro paredes que resisten en pie hay buenas vistas del entorno.

Por el camino hay accesos con vistas al otro lado del cerro, por donde transcurre el Júcar. Buen lugar para apreciar el agreste paisaje que rodea la ciudad.

Pasamos un buen rato con el tema de las fotos… como siempre

El paseo está plagado de iglesias y conventos, bien conservados y cuidados. Cuenca mantiene un buen conjunto antiguo, algo que se hecha de menos en otras ciudades, como por ejemplo la nuestra…

La Semana Santa, presente todo el año en las calles de Cuenca

Regresamos a la Plaza y bajamos por Alfonso VIII, nos llega el sonido de los tambores y no vamos a perder la oportunidad de ver la procesión del Jueves Santo.

En la parte baja de la ciudad encontramos la procesión. Es media tarde y los cofrades hacen un largo recorrido, unas cuantas horas para subir hasta las alturas del casco antiguo.

Cansados de caminar por las rompepiernas cuestas de Cuenca regresamos hacia Madrid. Cuenca ha sido un buen descubrimiento… al que volveremos, con más tiempo, a la primera oportunidad que surja.