miércoles, 30 de marzo de 2016

Oporto; La Ribeira y el Puente de Luis I (Portugal)

A orillas del Duero

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Puente de D. Luis y la Ribeira, desde Vila Nova de Gaia

Regresamos a Oporto, muchos años después de la primera visita; tantos que en nada se parece a las pocas imágenes que guardábamos en la memoria. Quedan lejos aquellas calles tristonas de los 80, plagadas de viejos coches japoneses –modelos desconocidos a este lado de la frontera- y los desvencijados taxis Mercedes de color negro y techo verde. Desaparecieron los niños que parecían vivir en la calle y se ganaban la vida llevando a los turistas a un hotel a cambio de unas monedas.

Ahora Oporto es una ciudad limpia y moderna; aunque algunas fachadas y callejones antiguos conserven ese punto canalla –que tanto nos gusta- y que parece reivindicarse en las ciudades portuguesas.

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Fachadas de la Ribeira

Viajamos en Octubre y el trayecto fue pasado por agua. Llegamos a Oporto acompañados de la pertinaz y torrencial lluvia atlántica que aquí se estila. Por suerte solo nos aguó unas pocas horas,  la tarde ya anunciaba el buen tiempo que disfrutamos el resto de días. Oporto es más bonito con buena luz.

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Así pasamos la primera tarde, recorriendo la Ribeira, el puente de D. Luis y el paseo a la orilla de Vila Nova de Gaia. Pronto el agua dejó paso al sol y disfrutamos de las magníficas vistas del Oporto más turístico.

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La ciudad se presta a la fotografía, siendo la mejor hora a partir del mediodía, cuando el sol refulge en las fachadas de la Ribeira, sin olvidarnos de la famosa puesta de sol  desde la zona alta del puente.

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Cafés y restaurantes en la Ribeira

La orilla del Duero Portuense está plagada de cafés y restaurantes –100% turísticos-. El personal se apalanca en las terrazas, aunque a decir verdad la vista buena –con diferencia- es desde la otra orilla, o sea viendo Oporto desde Gaia.

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El puente Luis I une la Ribeira con Vila Nova de Gaia, es uno de los símbolos de la ciudad. Construido en 1886 bajo el proyecto del ingeniero belga Seyring.

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Un gran arco de hierro une los dos niveles del puente. La parte superior de 390 m de longitud está destinada al paso del Metro, y la inferior, de 174 m., al paso de vehículos.

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Los dos niveles son transitables para los peatones, el inferior por una estrecha acera donde conviene tener cuidado con el tráfico.

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Sorprendente obra de ingeniería y tornillería. Entramado de hierro que resulta imposible no admirar al cruzarlo.

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La orilla de Gaia es un gran paseo desde el que disfrutar de las mejores vistas sobre Oporto. Este es el lado bueno.

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En el paseo encontramos a primera hora de la tarde los típicos puestos de castañas, estamos en la época. Fácil reconocerlos en la distancia por la humareda que los rodea.

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Castañas asadas con mucha sal, ¡¡ Hay que probarlas !!

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Al final del paseo la estación del teleférico que salva la gran altura que hay desde aquí a la parte superior del puente. Una atracción turística más para llegar arriba sin esfuerzo.

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A esta orilla se abren las bodegas que ocupan la mayor parte de Gaia.  Todas anuncian su marca en la orilla. 

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No faltan los ravelos –antiguas barcazas que transportaban las barricas de vino por el Duero-, hoy como reclamo turístico. Eso sí, dan muy bien en las fotos.

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Las grandes marcas tienen en la orilla de Gaia su bodega y la posibilidad de visitarlas y degustar sus vinos. El inmenso negocio del vino de Oporto está, hoy día, concentrado en grandes grupos. Poco queda de las pequeñas marcas con apellidos familiares e históricos del vino de Oporto en manos de las familias que las crearon.

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Así, la marca de la Doña Antonia Adelaida Ferreira -“la Ferreirinha”, que llegó a tener 45 Quintas –, histórica impulsora del negocio del vino en el Douro portugués junto con el Barón de Forrester; hoy pertenece a uno de los imperios del vino. Sogrape es propietaria, entre otras muchas marcas, de Porto Ferreira, Sandeman, Offley y Mateus.

Sandeman

La terraza de Sandeman es buen lugar –con vistas- para disfrutar de un Oporto Vintage acompañado de los típicos pasteles de nata. Bordan las dos cosas.

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Praza da Ribeira, vista desde Gaia

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Como ya quedó dicho, desde Gaia se domina Oporto y es el mejor lugar para llevarse una cuantas fotos.

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El horizonte de Oporto, dominado en lo más alto, por el Palacio Episcopal, a la izquierda la iglesia de S. Lorenzo (los Grilos).

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La Ribeira, rematada por la visible y visitable torre de los Clérigos, con el puente el otro símbolo de la ciudad.

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El Palacio Episcopal oculta a la vista la Catedral, abajo las típicas y coloridas fachadas que publican todas la guías sobre Oporto, a la derecha la torre metálica del antiguo ascensor da Ribeira.

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Detalle de las fachadas de la Ribeira

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Seguimos por la animada zona de bodegas en Gaia. ¡Que bonitos edificios conservan!

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La bodega fundada por Adriano Ramos Pinto, en los inicios del siglo XX, un precursor en el mundo de la publicidad.  Se atrevió a embotellar un Oporto como “Lágrimas de Cristo”. La leyenda dice que le hicieron cambiar el nombre; hoy Ramos Pinto envasa un Porto Lágrima… con la faz de un Cristo en la etiqueta.

Dejamos la compra de vino para otro día, y otro lugar; me gustan más las antiguas Garrafarias donde se encuentran muchas marcas y variedades. Las bodegas tienen un inconveniente;  solo venden los vinos de su marca.

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Regresamos hacia la orilla Portuense disfrutando del inolvidable paisaje que ofrece el Duero.

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Volvemos a cruzar por el nivel inferior y vamos dejando atrás el puente de D. Luis

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Por la Ribeira, hasta la plaza que le da nombre a la zona más turística de Oporto…

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Alguna fachada desconchada, con la ropa tendida al sol y, ahora, acompañada por las parabólicas. Sin ellas Oporto no sería Oporto.

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_MG_1399La Plaza da Ribeira, una sucesión de terrazas que miran a Gaia. A la derecha el edificio amarillo de un hotel de siempre, el Porto Pestana.

Pequeño espacio urbano que conserva su antiguo encanto. Sobran los coches que le dan un aspecto más atestado del que en realidad tiene.

La Fuente Monumental da Ribeira preside este espacio. Tiene tres plantas de altura, en el nicho de la fuente hay una escultura moderna de San Juan Bautista que se la podrían haber ahorrado…

Callejeamos por la Rua dos Mercaderes llegando hasta la R. Mouzinho da Silveira, donde nos metemos por los callejones que suben hacia la Catedral.

Vemos que es zona deprimida y devastada, no muy recomendable para andar por ella –menos aún de noche-; por aquí pululan unos cuantos vecinos con la evidente marca de la droga en su físico. El trayecto es corto y salimos en el Terreiro da Sé.

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Catedral, fachada lateral barroca

La Catedral está situada en la zona más alta, en el corazón histórico de Oporto. Su origen se remonta a los siglos XII- XIII, ha sido muy modificada en el tiempo y posee elementos arquitectónicos románicos, góticos y barrocos. Hacia el lado del rio se levanta el Palacio Episcopal, visible desde muchos lugares de la ciudad.

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Pelourinho y fachada de la Catedral

La fachada se abre a una gran plaza, donde llama la atención el Pelourinho de estilo manuelino.

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Vista desde la Plaza de la Catedral

Desde aquí hay una buena vista de la ciudad de Oporto. Como siempre, destaca la torre de los Clérigos.

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Comienza a caer la tarde, y aunque cansados tenemos a la vista la parte superior del puente de D. Luis.

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Así que enfilamos la Av. de Vimara Peres y acompañamos el recorrido del Metro-Tranvia de Oporto sobre el puente. Tienen fama las puestas de sol desde aquí y no vamos a perder la ocasión de comprobarlo.

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La parte superior, de 390 m de longitud, el doble de larga que la inferior, esta ocupada por el tablero de doble vía para el Metro. A los lados hay sendos espacios para los peatones. La altura es considerable y produce cierto vértigo asomarse por las barandillas, a lo que contribuye el ligero movimiento que se percibe cuando pasa el metro.

Las vistas magníficas, empezamos…

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La Ribeira

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El ascensor, que salva el desnivel entre la Ribeira y el casco alto

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Hacia el interior el puente del Infante D. Henrique

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Oporto, al fondo el puente de la Arrábida muy cerca de la foz del Duero

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…más Oporto…

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En la otra orilla, Vila Nova de Gaia…

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…plagada de bodegas. Calem, Sandeman, Ramos Pinto, Ferreira, Croft, Taylor´s, Graham´s, Dow´s, Offley, Kopke… y alguna más que nos dejamos.

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Muchos turistas acuden al puente buscando el atardecer…

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…los últimos rayos, caen cerca de la desembocadura…

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…y en unos minutos el final del día…

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2 comentarios:

  1. Bonito reportaje y bonitas fotos , muy fácil de ver y de leer
    Un abrazo colega

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    1. Bienvenido,
      Agradezco tu comentario sobre el post y las fotos.
      Un abrazo,

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